Por Beniezu
Hablemos de la llamada “mayoría democrática”, de
ese concepto considerado por la
ideología burguesa como un valor absoluto e indiscutible y en el que se
suelen apoyar cuando, esa mayoría electoral les aúpa con el poder del gobierno. ¿ Sera que esa MAYORIA tiene
la facultad democrática de concederles el derecho a gobernar ?. Cosa enormemente errónea en política pues nunca
debemos hacer juicios de valor absolutos
sobre conceptos relativos a las
relaciones sociales y políticas , pues esta son relativas y especificas
a cada clase social y son
determinadas por los cambios
estructurales históricos. Y así el concepto de DEMOCRACIA será variable en contenido y forma determinado por el
momento histórico y por las clases social que asume su contenido.
De este modo
tendríamos que durante la revolución francesa, en 1789, el concepto de
democracia tenía un valor absoluto relativo a la
época revolucionaria y a la clase social que
revoluciono la sociedad y la propia
historia tras la toma de la Bastilla por los revolucionarios burgueses franceses que tras toma del poder a la monarquía implantaron el novedoso Estado Republicano expulsando del poder político a las castas monarquías
y todos sus caducos valores ideológicos
y políticos dominantes hasta entonces. Fue pues la burguesía, en sus inicios como
clase dominante, quien al tomar el poder implanto sus nuevos valores políticos e ideológicos, aquellos de “liberte , Legalite e fraternite”, que serian
símbolo de unas nuevas formas de entender y hacer política. Casi doscientos treinta
años después el mundo ha cambiado en formas y contenidos, sobre todo
ideológicos, y aquel concepto de
Democracia ya no tiene el contenido y la validez de antaño ni tampoco aquella
clase social burguesa que fue revolucionaria y progresista en su
época, hoy significa un freno al desenvolvimiento humano y una fuerza retrograda para el progreso de la
humanidad. (1)
El mundo ya no necesita más a la burguesía ni por supuesto a
su modelo de estado ni sus herramientas ideológicas para justificar sus
desmanes y asentarse en el poder, pues ya hace mucho tiempo que crea más problemas
que beneficios. Las formas de hacer política de la clase social burguesía, de
sus elites hegemónicas que controlan el mundo occidental, será siempre en parámetro del crecimiento
personal de su propia clase social, a
costa de la clase trabajadora, de las clases humildes y desahuciadas y de
los pueblos y territorios débiles en
defensas militares. Las consecuencias de esta actitud egoísta y depredadora están siendo
demoledoras para millones de sus víctimas que son arrastradas a las más tenebrosas consecuencias. Las guerras y el caos que siembran parecen ser que es el único recurso
para el engorde de las elites hegemónicas
comandadas por el imperialismo de los
EEUU.
El Sistema
capitalista ya hace muchas décadas que
dejo de ser equilibrado y desarrollista. Las guerras que a comienzo de este siglo están desmoronando países enteros con cientos
de miles de muertos y desplazados , terrorismos
creados artificialmente para crear
caos y destrucciones masivas con
intereses políticos perversos totalmente planificados y manipulados con la intenciones de dominar territorios estratégicos
y ricos en materias primas cada vez más escasas .
La burguesía
,pues, como clase dominante no solo crea
problemas políticos y sociales a la
propia humanidad , sino que está destruyendo
con su avaricia de producir mercancías
buscando el máximo beneficio sin preocuparse de las consecuencias
futuras de agotamiento, destrucción
y contaminación de la tierra y sus
recursos. El equilibrio del ecosistema corre peligro lo mismo que la capa de
ozono que ya está creando desequilibrios
en la tierra con el aumento del nivel del mar
que ya los científicos pronostican el hundimiento de las ciudades situadas al nivel del mar en
pocas décadas
Y así bajo
el prisma de la ideología burguesa, que no olvidemos que esta estará siempre condicionada por sus
intereses materiales, bajo su concepción utilitaria de la democracia, el
concepto de “mayoría democrática” siempre
será un valor numérico, exclusivamente cuantitativo. Y así en sus montajes
electorales los partidos del Sistema presentan candidatos para cosechar votos y quien más votos consiga habrá cosechado una
“mayoría democrática” y tendrá la potestad de alcanzar el Pode político que
tendrá el rango de poder “democrático”.
Este
racionamiento es tan simple que por serlo sin duda debe tener trampa. Y
efectivamente la tiene y bien grande. Porque
es un razonamiento numérico cuantitativo y no cualitativo lo que se está
barajando. Se considera a la totalidad de los votantes, como una suma compacta e igualitaria de voluntades intereses naturaleza y composición social. Se desconoce olímpicamente las enormes desigualdades sociales o lo que es lo mismo las clases sociales
diferenciadas con intereses diferenciados. Y ocurre lo mismo
con los partidos que dicen representarles que se presentan como salva patrias, cada uno mejor que los otros nos dirán.
Todos ellos considerando a la ciudadanía como una masa de votantes compactan en igualdad de intereses medios y
posibilidades. Es decir que van a
defender a la par los intereses del gran empresario que planifica reducir la plantilla por
necesidades del mercado competitivo y a la vez va defender los intereses de los
obreros que luchan por sobrevivir y no perder su puesto de trabajo. Algo que es
totalmente irreal e imposible de realizar.
Pero claro para
que el Sistema capitalista funcione el truco está en que la clase que es
dominada y explotada desconozca esta realidad,
El sistema trabaja las 24 horas al día para que los trabajadores
desconozcan la realidad de su IDENTIDAD DE CLASE , para que se sientan miembros
de una misma comunidad de CUIDADANOS que incluye explotadores y explotados.
Todos con los mismos intereses políticos, económicos, y sociales nos dirán. Nos
dicen que todos son iguales e idénticos en intereses y demandas políticas por
lo tanto el Sistema a organizado el sufragio universal de forma que los representantes políticos que van a ser
elegidos no van a distinguir intereses
ni identidades de clases social , todos son iguales y por lo tanto sus representantes serán “interclasistas “ nos hacen creer que es así
pero la realidad es que SIEMPRE se pondrán al servicio del Estado ,un Estado
que ha sido creado por la burguesía para
ponerlo a su servicio. Y esta es la razón que la población trabajadora siempre desconfía y desprecia a los
políticos, porque estos a pesar de sus promesas, siempre serán serviles al Sistema
y a los intereses de las clases sociales burguesas.
Y en este Sistema se
pueden presentar infinidad de partidos
político en la concurrencia electora, pero de que servirán a los intereses de la clase trabajadora si todos ellos son de
identidad burguesa. De que servirá si el partido A ha sacado mayoría con
respecto al B y al C. si todos ellos van a servir al Sistema, y a las
clases dominantes burguesas. Y esto
ocurre independientemente de que se llamen socialistas, tal y como lo hace el PSOE,
su nombre es un reclamo engañabobos para sacar votos. Y alguno se preguntara, como
se que el partido a quien voto no es un falso y oportunista más me engaña. Fácil, no hace falta ser licenciado
en ciencias políticas , se puede confiar en aquellos políticos que cuestionan
este Estado Monárquico corrupto de neo franquistas, y se proclame abiertamente
al servicio de CLASE TRABAJADORA Y
CONTRA EL REGIMEN , cosa que no lo hacen
ninguno de los principales partidos que participan y legitiman este Régimen. (2)
Y
así en el esquema electoral burgués, la suma de los votos participantes, el
partido ganador, es considerada la
voluntad política mayoritaria con
derecho a formar gobierno. Todo parece muy democrático para el votante de “a
pie”, incluso pensara que no le gusta el
partido ganador pero hay que respetar a
la “mayoría democrática” cuando no ha sido más que una burda tomadura de pelo. Aquí
los trabajadores han perdido un “partido
de futbol” amañado, donde el arbitro el linier
y hasta los jugadores están comprados para favorecer al contrario. La clase
trabajadora nunca podrá ganar unas elecciones si no dispone de un partido diferenciado y con su propia identidad de clase que se enfrentara al sistema capitalista corrupto y explotador.
Un
dicho popular dice que quien hace la ley hace
la trampa. Y las leyes del Estado burgués las escriben ellos para defender
los intereses de la burguesía
pues suelen ser mayoría parlamentaria, y lo son porque la inmensa mayoría de
los partidos son de naturaleza burguesa,
es decir, que aceptan y legitiman el establishment burgués
Así pues, cuando los testaferros de
este Régimen nos hablen de que tras unas elecciones su Gobierno elegido es legítimo
porque es fruto de una “mayoría democrática” es una pura falacia. Porque todos
los partidos participantes son de una
misma identidad política y representan
los intereses de una sola clase social, la burguesía, y así sus resultados
siempre serán ganadores los intereses de la burguesía. Y la discriminación
hacia la clase trabajadora, la clase mayoritaria y la más necesitada de atención, es evidente pues no se le reconoce su identidad política de
clase, es decir como sujeto político, a participar en unas elecciones en liza con los partidos de identidad burguesa. Y esto
es importante incidir, Los partidos de identidad proletaria so son reconocidos en el Sistema llamado democrático burgués, lo cual imposibilita
a los trabajadores presentarse como partido, no burgués, con un programa propio, no burgués sino propio de los
intereses de los trabajadores. Su modelo
de democracia es pues una engañifla. Una
forma de engañar a las masas trabajadoras que nunca conseguirán con este Sistema, y un
gobierno al servicio de las mayorías sociales.
Y
así la clase social burguesa siempre tendrá el poder del gobierno en aquellas
llamadas democracias burguesas, gracias a la trampa de su “mayoría democrática”
lo cual significa que a la clase
trabajadora, enormemente mayoritaria, se le estará relegado al ostracismo
político, pues nunca podrá alcanzar el poder por medio de un sistema mayoritario
antidemocrático y sectarita. Pues quien
no es reconocido no tiene rango ni legal ni político
.